Qué tener en cuenta en una sesión de fotos infantil

¿Quieres retratar la preciosa etapa de la infancia? El dulce momento en el que los niños son realmente niños es ideal para fotografiar porque los pequeños rezuman inocencia, belleza y dulzura. Además, tus hijos se lo pasarán en grande durante nuestras sesiones al poder disfrazarse o ponerse ropa muy divertida y original y al tener que pasar un rato con su familia en el sitios al aire libre donde podrán jugar, correr y divertirse entre foto y foto.

En el post de hoy de 274KM vamos a descubrirte qué tener en cuenta en una sesión de fotos infantil para que puedas saber todos aquellos aspectos a valorar y que, así, todos disfrutéis de una sesión fotográfica con niños divertida y, sobre todo, de unas imágenes preciosas.

Consejos para una sesión de fotos infantil

Lo primero que te recomendamos es que estas sesiones se realicen en el exterior pues los niños, al aire libre, están mucho más relajados, tienen más posibilidades de divertirse y de correr que en espacios cerrados donde pueden agobiarse y cansarse más fácilmente. Por tanto, lo primero que tendremos en cuenta es la localización exterior y, para determinar el sitio exacto, dependeremos del tipo de fotografía que queráis tener en casa: si queréis que sea en la playa, en el bosque, en el campo, etcétera.

La luz natural del exterior es, además, un punto más que favorable para poder jugar con la estética de la imagen y darle, a cada una, un toque distinto y diferente que lo que podemos conseguir en nuestro estudio. Además, en el exterior se consigue reflejar mejor una tarde cualquiera con tus hijos donde ellos estarán jugando, riendo y pasando un buen rato al aire libre. Y lo que nosotros perseguimos en nuestras sesiones es, sobre todo, reflejar la realidad, la naturalidad de la vida y del momento que están viviendo tus hijos.

Los mejores reportajes de fotos con niños con 274km

Durante este reportaje fotográfico con niños haremos diferentes actividades como correr, jugar al escondite o al pilla pilla para, así, retratar ese momento exacto en el que el niño estalla en felicidad, en risas o en sorpresa. Esos gestos únicos y tan personales que, cuando se consiguen captar con una cámara, se vuelven mágicos y llenos de belleza.

Te recomendamos que, para hacer un buen reportaje de la infancia de tu hijo/a, realices una de estas sesiones una vez al año desde que son bebés o newborn hasta que tienen diez o doce años para que, así, podamos retratar el crecimiento de tu pequeño, las diferentes etapas de la infancia y cómo su rostro y su cuerpo va cambiando con el paso de los años.

Este es un regalo perfecto para hacerle a tu hijo cuando ya sea mayor y que, así, tenga un recuerdo único e inolvidable de sus primeros años en la vida. Las imágenes que tendrá serán 100% profesionales, en entornos impresionantes y, sobre todo, que reflejarán su esencia más pura de momentos que haya vivido repletos de alegría y felicidad.